martes, 29 de octubre de 2024

Gratitud en la Rutina: Encontrando Alegría en lo Ordinario

By MaryKar Garcia

@elartedeagradecerbymkg

 

A menudo pensamos en la gratitud como una respuesta a grandes momentos: un éxito laboral, una reunión familiar, un logro personal. Sin embargo, existe un mundo de alegría escondido en lo ordinario, en los pequeños detalles de la rutina que damos por sentados y que, en realidad, hacen de cada día algo único y especial.

La gratitud en la rutina nos permite ver nuestras vidas con nuevos ojos (solía en los talleres compararlo con ponerte lentes de graduación perfecta) apreciando desde los detalles más básicos hasta los momentos cotidianos. Al desarrollar una actitud de gratitud hacia lo ordinario, cultivamos una mentalidad de aprecio constante que impacta nuestra salud mental y emocional, aumentando nuestra felicidad y reduciendo el estrés. A continuación, exploraremos cómo podemos empezar a encontrar gratitud en lo más sencillo de la vida cotidiana y cómo esto puede transformar nuestro bienestar.

¿Por Qué Practicar la Gratitud en la Rutina?

La gratitud en la rutina es una invitación a vivir más presentes, a dejar de lado la búsqueda constante de lo extraordinario y a darnos cuenta de que la felicidad puede estar en el aquí y ahora. Agradecer por las pequeñas cosas nos recuerda que no necesitamos grandes eventos para sentirnos completos. Estudios han demostrado que quienes practican la gratitud diaria, incluso hacia aspectos simples de su vida, tienden a tener un mayor bienestar general y una mejor resiliencia ante el estrés. Y siento que es mucho de lo que deseamos y sabes, es gratuito.

Cómo Encontrar Gratitud en lo Ordinario

1. Agradece por los Primeros Momentos del Día

  • Comienza tu mañana con un momento de gratitud. Al despertar, agradece por la comodidad de tu cama, por la luz que entra por la ventana, por el silencio de la mañana o el sonido del canto de los pájaros. Estos pequeños detalles crean una atmósfera de paz que marca el tono para el resto del día.

2. Apreciación por la Comodidad en el Hogar

  • Observa tu hogar con los nuevos lentes: agradece por la seguridad de tu espacio, el aroma del café que preparas, el agua caliente en la regadera o la silla en la que te sientas a leer o trabajar. Cada rincón de tu hogar tiene algo que ofrecer y agradecer, desde el sofá que te permite descansar hasta la cocina donde puedes preparar tus comidas.

3. Gratitud por el Ritmo de la Rutina

  • En lugar de ver la rutina como algo repetitivo, intenta apreciar su estabilidad y la estructura que le brinda a tus días. Agradece por tener una serie de actividades que realizas, ya que esto te da un sentido de propósito y continuidad. Cada actividad puede ser un pequeño recordatorio de que tienes la capacidad y los recursos para llevarla a cabo.

4. Agradecer por la Tecnología y las Herramientas que Facilitan Tu Día

  • Desde tu teléfono hasta tu computadora, pasando por la cafetera o la lavadora, agradece por las herramientas que tienes a tu disposición. A menudo damos por sentado estos objetos, pero cada uno de ellos desempeña un papel importante en nuestra rutina y nos permite tener más tiempo para otras actividades.

5. Apreciar el Movimiento y el Cuidado del Cuerpo

  • Cada movimiento que haces a lo largo del día, desde levantarte hasta ir a caminar o simplemente estirarte, es algo digno de agradecer. No todos tienen la capacidad de moverse libremente. Agradece por cada paso que puedes dar, por la energía que tienes para enfrentar tus actividades y por la salud que te permite vivir la rutina.

6. Celebrar el Fin del Día con Agradecimiento

  • Antes de dormir, tómate un momento para reflexionar sobre el día. Agradece por las comidas que tuviste, las personas con las que hablaste, incluso los desafíos que siempre dejan enseñanza, los momentos de descanso y cualquier pequeño logro. Terminar el día con gratitud te permitirá tener un descanso más profundo y despertar con una actitud positiva.

Recursos para practicar la Gratitud en la Rutina (mantener los lentes puestos)

  • Diario de Gratitud: Dedica unos minutos cada noche para escribir tres cosas simples por las que te sientes agradecido en el día. Recuerda que tengo un diario que te puede ayudar mucho la liga la encuentras  en mi Instagram @elartedeagradecerbymkg
  • Practicar el “Slow Living”: Intenta realizar algunas tareas diarias más lentamente, poniendo atención en cada detalle y agradeciendo el momento, como lavar los platos, preparar una comida o regar las plantas.
  • Observación Consciente: Al realizar actividades como tomar un café, caminar o sentarte a leer, observa cada detalle de la experiencia: el aroma, la temperatura, la sensación. Esto ayuda a cultivar una gratitud plena y a vivir más presente.

Conclusión: Redescubriendo la Belleza de lo Ordinario

Practicar la gratitud en la rutina diaria es una forma de reconectar con lo esencial y vivir con mayor conciencia. Nos permite reconocer que, en medio de las tareas cotidianas, existen pequeñas alegrías y motivos para agradecer que enriquecen cada día. Cuando adoptamos esta actitud, empezamos a ver nuestra vida no como una serie de repeticiones, sino como una colección de momentos significativos que nos recuerdan la belleza de lo simple. La verdadera gratitud no está en esperar a que llegue algo extraordinario, sino en encontrar lo extraordinario en cada día ordinario.


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